Este domingo miles de mexicanos tomaron las calles de la Ciudad de México para mandar un mensaje de unidad a los migrantes que viven en Estados Unidos y decirles que no están solos ante las politicas del presidente estadounidense Donald Trump y la tibia reacción del presidente Enrique Peña Nieto, ademas de sus más recientes medidas internas.

En realidad se trató de dos marchas: la primera marcha criticando al presidente Peña Nieto y una segunda mostraban su apoyo al mandatario mexicano, pero ambas compartían el rechazo a la figura de Trump.

En Ciudad de México las demostraciones reunieron a más de 20,000 personas, de acuerdo con cifras del gobierno local. Ambas confluyeron en el Ángel de la Independencia, el monumento donde suelen concentrarse los mexicanos para sus manifestaciones políticas (y deportivas).

Como una escolta que se abre camino por el Paseo de la Reforma, Max Kaiser y su familia ondean la bandera mexicana, porque están orgullosos, dicen, que México es más que sus problemas y más que sus políticos, porque una mayoría de la población quiere cambiar.

Kaiser es líder de un proyecto de anticorrupción del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y refiere que las medidas antiinmigración de Donald Trump impactan al mundo, pero fueron lanzadas principalmente contra los mexicanos radicados en EEUU, por eso el hombre, con la bandera en la mano manda un mensaje a los migrantes: "salimos a las calles a mostrarles nuestro apoyo. Volteen a vernos, somos muchos mexicanos que estamos con ustedes y no vamos a dejarlos solos".

Consignas aluden a Peña Nieto

Muchos manifestantes pedían "limpiar la casa" y "ser respetables, antes de pedir respeto", por eso solicitaban al presidente Peña Nieto que represente mejor a los mexicanos dentro y fuera del país, porque hasta el momento, expresan, se ha visto "titubeante" ante el presidente Donald Trump.

"Peña tiene que dar cuentas claras y decir qué es lo que negociará con Trump. Está en juego la soberanía nacional", decía un cura que pedía por la paz y la justicia de México y de Estados Unidos, según el portal de Univisión.

En medio de la seria crisis diplomática, el presidente mexicano dice favorecer el diálogo con su homólogo estadounidense asegurando que su estrategia no es "ni confrontación ni sumisión", pero que será "incólume" en la defensa de los intereses de su país.

Tras cancelar una reunión que tenían pautada en la Casa Blanca, ambos presidentes sostuvieron una llamada telefónica el 27 de enero y acordaron que sus equipos de trabajo siguieran reuniéndose, además de evitar hacer declaracioes públicas sobre el tema fronterizo.

Pero Trump volvió a la carga este sábado prometiendo reducir "considerablemente" el costo del muro, que estudios del Congreso estadounidense han estimado en hasta 25,000 millones de dólares.