TIERRA NOTICIAS. En la tarde del viernes 5 de mayo la joven Xiomi Morelia Lema Ávila de 21 años abordó un minibus en las inmediaciones del paseo del Prado, en pleno centro de la ciudad de La Paz, para dirigirse rumbo a su domicilio en la zona de Alto Chijini.

"Vivo en la calle (...) La Paz. El viernes (5 de mayo) a las 14.00 horas abordé un vehículo de servicio público desde la avenida del Prado con destino a mi casa", señaló shockeada la joven después de escapar de sus captores en Perú.

"En el camino se sentó a mi lado una personas de unos 43 años, moreno, de contextura gruesa y alto. Llevaba puesto un chullo", indicó la joven al portal peruano de La República.

Después de ese último recuerdo en la ciudad de La Paz, la joven, al parecer, fue dopada perdiendo el sentido y sin tener otro evento de Bolivia en sus recuerdo porque despertó en la república de Perú.

"Desperté en un camión de carga de color blanco con carpa de lona azul. Había una ecuatoriana y otras dos mujeres, no sé de que nacionalidad que iban durmiendo. El camión viajó varios días y éramos custodiadas por un hombre que se protegía el rostro con una bufanda de color marrón y un gorro blanco", describió Xiomi Lema.

"Mi cuerpo es mío", dijo Xiomi a los periodistas peruanos que la entrevistaron, como convenciéndose de un principio básico de cada ser humano, al asimilar que se había liberado de la mafia de delincuentes que tenían el objetivo de prostituirla en las minas de Piura.

"Pensé, que en la primera oportunidad que tendría para escapar, no lo dudaría, Y así fue", manifestó la joven, aun shockeada por la violenta agresión de los delincuentes tratantes de personas.

"Cuando se estacionó el vehículo aproveché un descuido de los hombres y escapé. Llegué a una casa donde pedí apoyo. Me regalaron una polera porque solo tenía puesto un brazier", narró con con angustia.

Finalmente señaló que subió a un ómnibus que la llevó hasta la terminal de la empresa de transporte El Ronco, frente a la Plaza Manco Capac, en La Victoria, en Lima, Perú.

Según otra información de ATV Noticias, la joven logró escapar de sus captores y llegó hasta la avenida 28 de Julio, desde donde se comunicó con sus familiares en Bolivia, vía internet.

"La persona secuestrada se contactó con su hermano vía internet dio la información que se encontraba en el Perú. La familia de Xiomi dio la información a la Unidad de Trata y Tráfico y esta se comunicó con la policía peruana y también con la víctima para que se dirija a una comisaría para recibir protección y allí se encuentra en estos momentos", informó hoy miércoles en Bolivia, el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, Jhonny Aguilera.

Tras la comunicación, la Embajada de Bolivia en Perú informó del hecho a Policía Nacional del Perú. Minutos después, los agentes de la comisaría de La Victoria encontraron a la desconcertada mujer.

Según la información que tienen los investigadores en Bolivia, Xiomi Lema Ávila salió de su domicilio el 5 de mayo rumbo a la universidad, donde estudia la carrera de Derecho, para encontrarse con una amiga, pero nunca llegó a la cita lo que alarmó de inmediato a la familia.

Los investigadores han interrogado a la amiga con la que debía encontrarse, y ella dio algunas pistas, informando a las autoridades que Xiomi tenía una amistad con tres muchachos de nacionalidad colombiana.

Sospechan que Xiomi fue secuestrada por colombianos

El Gobierno sospecha que Xiomi Morelia fue víctima de trata y tráfico de súbditos colombianos, porque mantuvo relación sentimental con uno de ellos.

"Se sospecha de algunos colombianos en este caso. Por las investigaciones se conoce que ella tuvo contacto y amistad con personas de esa nacionalidad. La joven, incluso, mantuvo una relación con uno de ellos, estamos investigando. El modus operandi fue ganar la amistad", señaló el viceministro de Régimen Interior y Policía, José Luis Quiroga.

Las primeras investigaciones apuntan a que un grupo criminal colombiano pretendía llevar a la joven hacia Piura, al norte peruano.

Perú: Dirección contra la Trata de Personas registró 128 casos de enero a abril de 2017

El martes 9 de mayo del 2017 la Policía peruana ha detenido a un hombre con antecedentes de trata y tráfico de personas.

Desde el 2011 Fernando Zúñiga Fernández, de 27 años, registra -según sus movimientos migratorios- salidas del país hacia Colombia, Ecuador y Bolivia. Sus viajes no tendrían nada de extraño si este sujeto no hubiera sido detenido el fin de semana por cometer el presunto delito de trata, reporta el periódico El Comercio de ese país.

La policía cree que sus salidas del Perú tenían como fin captar a jóvenes y traerlas a la capital para explotarlas sexual y laboralmente.

El último sábado, Zúñiga fue detenido por los agentes de la Dirección contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de la policía (DIRCTPTIM). Un mensaje de las autoridades colombianas alertó a sus pares peruanos que Zúñiga tendría encerradas a cuatro ciudadanas colombianas, incluida una menor de edad, en un inmueble de San Miguel.

En menos de 24 horas, los agentes interceptaron a Zúñiga en la cuadra 1 de la calle Carabobo. Lo encontraron cuando trataba de subir a un auto junto a una menor de 16 años. Al ingresar al domicilio, hallaron a las otras tres mujeres. Ante los agentes, el detenido aceptó que las había captado por Facebook y las había traído a la capital para ejercer la prostitución.

El coronel Fredy Castillo, director de la DIRCTPTIM, explicó que para afirmar que existe el delito de trata se debe cumplir tres etapas: captación, traslado y acogida y explotación. Existen dos modalidades que emplean los tratantes para captar a sus víctimas: vía redes sociales y a través de agencias de empleo.

"Anuncian que necesitan jóvenes para trabajar como anfitrionas, pero cuando las captan lo primero que hacen es aislarlas de sus familias, quitarles los celulares, documentos de identidad, y ahí comienza la explotación sexual", detalló Castillo.

Aumentan denuncias

Entre enero y abril, la Dirección contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes registró 128 denuncias por el delito de trata. Un incremento de 48% con respecto al mismo período del 2016. En los primeros cuatros meses del año pasado, hubo 66 denuncias y en todo el 2016 se reportaron 263 casos.

"La economía informal que viene golpeando al país (minería y tala ilegal) hace que se levanten bares y centros nocturnos. Para atenderlos se necesita de jovencitas", explicó Castillo.

Hasta abril, la policía registró a 209 víctimas por trata, mientras que en todo el 2016 se identificaron 1.352 víctimas. En cuanto a los captores, en los cuatro primeros meses del 2017 se detuvo a 82 personas. En todo el 2016, la policía atrapó a 378 tratantes.

La pena por este delito es de 15 años de prisión efectiva. Con agravantes, como retener a una menor de edad por ejemplo, la sanción se eleva a 25 años de pena privativa de la libertad. Sin embargo, según Luis Aguilar, subdirector de la ONG Capital Humano y Social Alternativo (CHS), solo tres de cada cien acusados son sentenciados.

Zúñiga quedó libre

Esta aparente impunidad se refleja en lo sucedido con Zúñiga. Luego de que derivaran el caso hacia la fiscalía de turno, él fue puesto en libertad. Al cierre de esta edición, fuentes del Ministerio Público confirmaron esa versión. "Sí, está libre. La policía debió notificar a la fiscalía de trata de personas y no al despacho penal de turno", precisaron. Cuando el caso llegó a la fiscalía especializada, la orden de detención contra Zúñiga ya había quedado sin efecto.