"Desmentir alguno de estos datos que asegura que la empresa de San Buenaventura estuviera en una quiebra técnica, ustedes saben que el concepto de quiebra técnica es cuando una empresa no puede pagar sus obligaciones (...), a la fecha nosotros hemos pagado todas las deudas (...). Vemos que en estas publicaciones hay un interés por un lado político, quieren usar a San Buenaventura como parte de una campaña política, estamos en un año electoral", dijo a los periodistas. 

Según la publicación de dos medios de comunicación, Easba estaría en quiebra técnica, por una supuesta pérdida de 243 millones de bolivianos en ocho, de los nueve años de funcionamiento.

A contramano, Lizondo afirmó que esos datos son falsos y que "no corresponden a la realidad", porque la construcción del ingenio emplazado en el norte de La Paz comenzó en septiembre de 2012, hace siete años. 

"Es una falta de exactitud de los datos decir que son nueve años sin resultados, porque en cinco años construimos la planta industrial (2012-2017), y en cinco años de construcción como cualquier otra planta lo que se hace es pagar a los proveedores y contratistas con el crédito que nos otorgó el Banco Central de Bolivia", respaldó. 

Explicó que en 2017, después de la edificación, la empresa constructora entregó "definitivamente" la planta industrial y dijo que el año pasado esa factoría recién comenzó su primera zafra oficial y generó recursos económicos para pagar sus deudas y el mantenimiento del ingenio.

"Este año 2019 vamos encarar nuestra segunda zafra oficial en nuestro segundo año de producción, entonces mal se puede decir que nosotros estamos en quiebra y que son nueve años de pérdidas si estábamos ejecutando el proyecto", sentenció.

La semana pasada, el Banco Central de Bolivia (BCB) aseguró que las empresas públicas nacionales estratégicas cumplen puntualmente con el pago de sus créditos, entre ellas, Easba que pagó más de 34 millones de bolivianos.

Por su parte, el Viceministerio de Presupuesto aseguró que Easba no solo tiene la capacidad de cumplir con sus obligaciones crediticias con el BCB, sino que sus activos crecieron de 1.081 millones a 1.638 millones de bolivianos y sus plantaciones de caña se elevaron de 108 a 3.578 hectáreas.