Martes, Mayo 28, 2019

CANCER

El cáncer de cuello uterino se lleva la vida de Margarita

 

Margarita  la flor más bella de la familia Pari hoy partió al  más allá, su frágil humanidad quedo casi en los huesos por la enfermedad del cáncer de cuello uterino que la tuvo postrada durante  más de un año y hoy veintisiete  de mayo día de las madres bolivianas  cerro sus ojos para siempre ante el dolor y llanto de sus seres amados, su esposo Benjamín y sus tres hijos a quienes cuido hasta el último momento y por quienes se aferro a la vida más allá del pronóstico médico.

Margarita y Benjamín procrearon tres hijos, quienes son su orgullo y por quienes lucharon  incansablemente para darles un buen futuro, sin embargo nada salió como ellos esperaban, la falta de fuentes laborales hizo  la vida más difícil, pese a todo buscaron todos los medios por salir adelante, aunque en muchas oportunidades ni siquiera tenían para la comida del día.

Hace algo más de un año Margarita fue diagnosticada que el cáncer de cuello uterino del cual dijeron  estaba muy avanzado. Pese a tratamientos rigurosos ya nada se puso hacer, el tumor se había extendido por todo su cuerpo.

Margarita dejo muchas recomendaciones en sus últimos días  a todos sus seres amados pero en especial a su esposo Benjamín, le dijo que cuidara muy bien a sus hijos, sobre todo a Miguel de 3 años quien padecer el síndrome de Noonan, que  afecta principalmente la cabeza y el sistema respiratorio. Benjamín dijo que lo cuidaría y que ella no se preocupara por nada.

Margarita de 25 años es una más de las mujeres que pierda su vida por el cáncer de cuello uterino, ese terrible mal que se lleva miles de vidas sobre todo en nuestro país,  más de una vez pidió a las mujeres que nunca llegaran a estar mal como ella, recomendó cuidarse  para evitar dejar tanto dolor a sus seres queridos.

Adiós Margarita, los que te conocimos estaremos pendiente de tus hijos a quienes tanto amas y a quienes cuidaras desde  donde estés.

 

 

 

 

 

 

 

Muere Margarita, la joven madre que luchaba contra el cáncer de cuello uterino

“Vas a cuidar a las wawas”, esa fue una de las últimas recomendaciones a su esposo que dio Margarita Ramos, la joven madre que luchaba con el  cáncer de cuello uterino en etapa terminal. Ella falleció este lunes en su pequeño hogar y hasta sus últimos instantes no dejó de preocuparse por sus tres hijos.

Margarita tenía 25 años y hace más de un año padecía cáncer de cuello uterino. Desde noviembre del año pasado, la enfermedad la mantuvo postrada en su pequeño cuarto en la zona San Miguel Alpacoma de la ciudad de El Alto, donde vivía junto a su esposo Benjamín Pari y sus tres hijos de 9, 7 y 3 años de edad.

“Lamentable se fue mi esposa, qué puedo hacer. He luchado con todo, donde he podido he ido, lamentablemente no se ha podido superar esta enfermedad”, dijo Benjamín a la red Bolivisión.

Benjamín durante la enfermedad de su esposa se convirtió en su un feroz protector y apoyo incondicional para Margarita, el “amor de su vida”.

Para esta joven madre lo más importante en su vida era sus hijos, por ellos luchaba incansablemente no solo contra la enfermedad que padecía, sino para mantenerlos y pagar el alquiler de su pequeño cuarto, donde vivía junto a su familia

“Me valen oro mis hijos, por ellos quiero vivir”, era una de sus frases que repetía una y otra vez.

Pero pese a su fortaleza, el dolor en el cérvix de a poco le fue quitando la vitalidad hasta dejarla con un mínimo peso, sin fuerza para levantarse y, finalmente, acabó con su vida.

“No se quería ir de este mundo, quería vivir por sus tres hijos. Era una joven muy noble, pese a todo tenía la esperanza de curarse y estar viva para ver a sus hijos”, relata Mariela Laura, periodista de ANF, quien siguió el caso de Margarita de cerca.

Para Laura esta noticia es muy dolorosa, porque Margarita deja en la orfandad a tres de sus hijos, de los cuales el más pequeño, Miki, tiene síndrome de Noonan, un trastorno genético que evita el desarrollo normal en varias partes del cuerpo, baja estatura, defectos cardíacos y posible retraso mental.

Las últimas semanas de su vida, después de que se diera a conocer su caso, Margarita disfrutó de gestos de solidaridad por parte de personas de distintas partes del país y también de instituciones estatales. Incluso, la Unidad de Apoyo de Gestión Social del Ministerio de la Presidencia se comprometió a gestionar una casa para esa familia. Sin embargo, la familia aún requiere de apoyo.

Esa solidaridad se irradió hasta ahora, puesto que esta entidad le donó un ataúd para velarla. El velorio se realiza en la sede de la zona de la San Miguel de Alpacoma, El Alto.

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